Rogelio Guerrero, un talentoso joven mexicano, participó por última vez en la Olimpiada Internacional de Matemáticas, donde compitió junto a 608 estudiantes de 108 países. Durante la competencia, los participantes enfrentaron dos exámenes de alta complejidad, cada uno con una duración de cuatro horas y media, en los que se evaluó no solo el resultado final, sino el proceso de razonamiento matemático.
Rogelio enfatizó la importancia del enfoque en el proceso y la creatividad al resolver problemas matemáticos, señalando que “aquí lo que se califica no es bien o mal, no se califica el resultado, sino cómo se obtiene, el proceso de ideas que uno va desarrollando o va generando del problema para llegar al resultado final o a la demostración que te pide el problema”.
Aunque esta fue su última participación en la Olimpiada, Rogelio no se despide de su pasión por las matemáticas. Ahora, su objetivo es enseñar a las nuevas generaciones, siguiendo el ejemplo de los maestros que alguna vez fueron competidores. “Enseñar a nuevas generaciones es importante. Los maestros que enseñan en estas competencias son personas que anteriormente participaron, que acabaron su tiempo de participación y ahora están enseñando“, expresó Rogelio.