Este domingo, más de 700 mil personas se congregaron en la Ciudad de México en la plancha del zócalo capitalino, según informó la organización Unidos para Mejorar, afín al empresario Claudio X. González. Sin embargo, el Gobierno de la Ciudad de México aún no ha confirmado oficialmente la cifra de asistentes a la manifestación conocida como la ‘Marea Rosa‘.
La Marcha por la Democracia 2024, convocada por diversas organizaciones civiles, tuvo como objetivo principal exigir el respeto a la autonomía electoral en preparación para el próximo ejercicio democrático el 2 de junio. A lo largo del día, se llevaron a cabo manifestaciones simultáneas en más de 100 ciudades de México y del extranjero, demostrando un respaldo masivo a la defensa de las instituciones democráticas.
Dentro del ámbito político, diversas figuras expresaron sus opiniones sobre el evento. El diputado Gerardo Fernández Noroña advirtió a la derecha tras la marcha, mientras que Lorenzo Córdova Vianello, exconsejero presidente del INE, fue el orador principal en la Ciudad de México. Córdova aprovechó su discurso para cuestionar al gobierno federal, liderado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, por sus críticas constantes a los órganos constitucionales.
La académica Denise Dresser enumeró las 10 exigencias de la ciudadanía sobre la democracia, destacando la independencia del INE, TEPJF y autoridades locales, el blindaje electoral contra el crimen organizado, y la importancia de un voto libre e informado.
La manifestación también contó con la participación de figuras públicas y artistas, como el actor Eduardo España, quien asistió a la marcha en Puerto Vallarta, una de las 100 ciudades convocadas. En redes sociales, España compartió su apoyo a la ‘Marea Rosa’, destacando la importancia de defender instituciones y organismos que garantizan la libertad y actúan como contrapeso para los gobiernos.
Por su parte, desde Puebla el presidente Andrés Manuel López Obrador celebró la llamada “Marcha por la democracia”, porque -dijo- “esto demuestra que vivimos en un país auténticamente democrático, como no se veía en mucho tiempo”.
El mandatario arremetió en contra de los asistentes al calificarlos de “alcahuetes”, en especial a los intelectuales que se quedaron callados ante “los fraudes” en su contra de 2006 y 2012.